Textos Bíblicos:
Mt. 6, 14 – 15 Porque si ustedes
perdonan a otros el mal que les han hecho, su Padre que está en el cielo los
perdonará también a ustedes; pero si no perdonan a otros, tampoco su Padre
les perdonará a ustedes sus pecados.
El Perdón:
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Lo que significa – lo que no: Perdonar no justifica
la acción; deja la justicia y la venganza en manos de Dios
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¿Por qué Perdonar?
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¿Quién tiene que pedir perdón primero?: ¿ganar o ser feliz?
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Hemos sido creados en la imagen de Dios: cuando perdonamos somos
reflejo de Dios (amor, fidelidad, misericordia, humildad, capacidad de
perdonar)
Is. 53, 6 Todos nosotros nos perdimos como ovejas,
siguiendo cada uno su propio camino, pero el Señor cargo sobre él la maldad
de todos nosotros…
Eclesiástico 28, 1
– 4 Del vengativo se vengará el
Señor; Dios llevará cuenta estricta de sus pecados. Perdona las ofensas a tu prójimo, y Dios perdonará tus pecados
cuando se lo pidas. Si uno guarda rencor a su prójimo, ¿cómo querrá
que Dios le dé a él la salud? No tiene compasión de un hombre igual a él, ¿y
pide a Dios el perdón de sus pecados?
La culpa y las consecuencias:
II Samuel 24, 17 Cuando David vio al ángel que hería al
pueblo, dijo a Yahveh: “Yo fui quien pequé yo cometí el mal, pero estas
ovejas ¿qué han hecho? Caiga, te suplico, tu mano sobre mi y sobre la casa de
mi padre”.
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Nuestros pecados afectan a otros: el hijo pródigo, el
Padre y el hermano mayor
·
La paciencia de Dios tiene sus límites: ej. Delia;
Lc. 16, 19 El rico
malo y Lázaro
“Camino”
San Josemaría
Escrivá de Balaguer
#261 Te prohíbo que pienses más en eso. –En
cambio, bendice a Dios, que volvió la vida a tu alma.
#262 No pienses más en tu caída. –Ese pensamiento, además de losa que te
cubre y abruma, será fácilmente ocasión de próximas tentaciones. –Cristo te perdonó: olvídate del
hombre viejo.
Hebreos 10, 26
Porque si voluntariamente pecamos
después de haber recibido el pleno conocimiento de la verdad, ya no queda
sacrificio por los pecados, sino la terrible espera del juicio y la furia del
fuego pronto a devorar a los rebeldes.
Eclesiástico 16, 11
– 12 …En Dios hay misericordia e
ira; Él tolera y perdona, pero también castiga a los malvados. Tan
grande como su misericordia es su castigo; Él juzga a cada uno según lo que haya hecho
Eclesiástico 21, 1
– 2 Hijo mío, ¿pecaste? No lo
vuelvas a hacer, y pide perdón por tus culpas pasadas. Huye del pecado como de una serpiente,
pues si te acercas, te perderá. Tiene dientes de león para matar a los
hombres. Toda maldad es como espada de dos filos; las heridas que causa no
tienen curación.
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